Un belén con mucha historia

Visitamos la tradicional exposición de Ángelito y Alfonsa.

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Ángel y Alfonsa junto a su belén

No hace falta irse muy lejos para ver uno de los belenes más grandes y más antiguos de la zona. Ni si quiera salir de Madrigalejo. Alfonsa Canelada y Ángel Sánchez (o Angelito, como le conocen todos en el pueblo) llevan más de 30 años montando uno, de forma tradicional y cuidando hasta el más mínimo detalle. Cada año, esta pareja se embarca en la larga tarea de montar la exposición meses antes de que llegue la Navidad para tenerlo todo listo a primera hora, y también les lleva varios meses recogerlo todo después.

Aunque es difícil contabilizar todas la figuras, Alfonsa estima que debe haber más de 80 en total, y no son todas las que tienen, ya que este año se han quedado fuera algunos pastorcillos y labradores que quizás otro año tengan su oportunidad. Este gran Belén ocupa toda una habitación, y aunque se encuentra dentro de la casa, con mucha amabilidad y hospitalidad la pareja abre su puerta cada vez que alguien llama para verlo, y si les preguntas, siempre tienen una historia de las de antes a mano para acompañar el momento que el visitante comparte con ellos.

 

Sin embargo, su afición por los tradicionales belenes es algo que llevan dentro desde su niñez, especialmente Alfonsa, que recuerda con nosotros sus primeras figuras de papel, cuando tendría quizás once o doce años. «Se me daba bien dibujar, así que las hice en cartones, las pinté y las recorté,  y después les hice un soporte con grapas por detrás». Años más adelante, vivió una temporada en Madrid y otra en Irún. En la primera ciudad le pidió a Ángel que le regalase sus primeras figuras, y de la segunda se trajo las figuras del Misterio que actualmente están en la exposición. «Allí compramos solamente las figuras, el portalito lo hemos hecho también nosotros. Y hace treinta y dos años nos costaron 3.500 pesetas. Tiempo después, gente de algunas asociaciones de belenes nos dijo que estas figuras que yo tengo en la época valían 18.000«.

Haciendo un repaso de las figuras que expone, Alfonsa nos contó que algunas de las que tiene individualmente valían 1.500 o hasta 1.800 pesetas, y también que el precio va en función del trabajo que tenga cada una. «No valen todas lo mismo, los vendedores te dicen que las que tienen los pies separados suben más de precio. También son más trabajosas de hacer las que tienen el manto de tela natural».

Nuestra visita a su casa acabó cantando villancicos con los pequeños que nos acompañaban, y es que Alfonsa y Ángel también son integrantes del grupo de folklore local Arrayán. Así que, si te gusta la música tradicional, no tienes más que pedirles que te canten algo y antes de que te hayas dado cuenta ellos ya habrán sacado la zambomba y estarán listos para compartir contigo su cultura.

Ya faltan pocos días para la llegada de los Reyes Magos, pero todavía estás a tiempo de visitar este pedacito de historia y cultura reciente de Madrigalejo.